En un texto luminoso de su blog, Paragraphus, la escritora Cristina Rivera Garza destaca la esencia del párrafo como unidad mínima básica de la narración. 'Entre el punto y aparte y la nueva mayúscula el narrador se juega, en efecto, la vida', nos dice. Imaginemos una serie de cortes en el texto. La ciencia de esos cortes implicará no sólo destreza, sino conocimiento en el oficio y arte de respirar (porque en palabras de la narradora y poeta 'el párrafo es una unidad de la respiración').
La narración es en sí conocimiento, gnosis.
En coincidencia con la lectura de Rivera Garza, he encontrado un texto de Ervin Lazlo, El cosmos creativo, cuyo prologuista, el psicólogo Karl Pribram, acierta al referirse al arte de narrar como un acto de conocimiento. El verbo narrar está relacionado con la palabra latina gnarus, emparentada a su vez con gnoscere, que quiere decir conocer. 'Así pues, la narración es una forma de conocimiento, al igual que la ciencia, palabra que viene de sciere, saber, y que está relacionada con scindere, escindir, cortar'. Llama mi atención que sean un psicólogo y un físico nominado dos veces al Nobel quienes han meditado en torno al tema para proponer que la ciencia no sólo sea matemática y analítica, sino también narrativa, como ocurre en la literatura.
La ciencia suele practicar cortes para conocer mejor. En la narrativa esos cortes son los paragraphus de Cristina Rivera Garza, en la que 'cada uno contiene, en clave, la narración entera y libera un universo'.
Entre párrafos, entre cortes, entre conocimiento y el jugarse la existencia, la frontera delicada es el espacio de un respiro. Respirar significa aspirar de nuevo. Tal vez no esté lejos el día en el que un nuevo Montaigne haya meditado en el arte de respirar.
La narración es en sí conocimiento, gnosis.
En coincidencia con la lectura de Rivera Garza, he encontrado un texto de Ervin Lazlo, El cosmos creativo, cuyo prologuista, el psicólogo Karl Pribram, acierta al referirse al arte de narrar como un acto de conocimiento. El verbo narrar está relacionado con la palabra latina gnarus, emparentada a su vez con gnoscere, que quiere decir conocer. 'Así pues, la narración es una forma de conocimiento, al igual que la ciencia, palabra que viene de sciere, saber, y que está relacionada con scindere, escindir, cortar'. Llama mi atención que sean un psicólogo y un físico nominado dos veces al Nobel quienes han meditado en torno al tema para proponer que la ciencia no sólo sea matemática y analítica, sino también narrativa, como ocurre en la literatura.
La ciencia suele practicar cortes para conocer mejor. En la narrativa esos cortes son los paragraphus de Cristina Rivera Garza, en la que 'cada uno contiene, en clave, la narración entera y libera un universo'.
Entre párrafos, entre cortes, entre conocimiento y el jugarse la existencia, la frontera delicada es el espacio de un respiro. Respirar significa aspirar de nuevo. Tal vez no esté lejos el día en el que un nuevo Montaigne haya meditado en el arte de respirar.